miércoles, 24 de diciembre de 2014

THE AMAZING GALLARDO VOL. 1: FANTASTIC FREAK UNIVERSE


Hace unos meses la distribuidora Vial of Delicatessens lanzó al mercado un Dvd recopilatorio con una serie de cortometrajes realizados por el cineasta underground Juan Carlos Gallardo, cuya obra hemos podido ver en varios festivales de cine fantástico como la Marató de Cotxeres de Sants (donde el público le considera un icono) o el Fantosfreak. A Gallardo se le puede calificar de muchas maneras, y seguro que le saldrán detractores por todos lados, pero si hay algo que nadie le puede reprochar es que tiene un estilo propio, una personalidad a la hora de rodar sus piezas. Algo que considero se debe tener en cuenta. Otro tema es que después el espectador empatice o no con ese estilo. Yo personalmente paso un rato agradable con el visionado de algunos de sus cortos.

El disco, titulado The Amazing Gallardo Vol.1: Fantastic Freak Universe, contiene nueve cortometrajes rodados sin presupuesto (algunos de ellos incluso sin planificación) con los que Gallardo intenta conectar con sus géneros y subgéneros cinematográficos favoritos, como pueden ser la ciencia-ficción, el terror o las películas de superhéroes. Por ejemplo, Danza mortal 3, está encuadrada dentro de las coordenadas de las artes marciales...por así decirlo. Esta aventurilla sobre la búsqueda de un antiguo medallón sagrado por parte de una experta luchadora (o algo así) es tan bizarra que acaba por resultar divertida. Gallardo capitanea el proyecto como puede, jugando a dirigir una película de peleas con unas coreografías que son evidentemente un espanto, pero ahí radica su gracia. Escenas como la de la botella de agua o el combate final en el que la protagonista ataca a Emilo Moya con la “Táctica de la serpiente furiosa” son sencillamente inolvidables y hacen que nos echemos las manos a la cabeza, sí, pero con una sonrisa en la cara.

Del resto de los cortometrajes destacan dos propuestas que sólo puedo calificar de excelentes: el divertido giallo/slasher Dance Death 2 y esa obra maestra inclasificable que es Horrormania, ambos protagonizados por David Bravo, actor que a mi juicio se acaba convirtiendo en el mayor descubrimiento de este Dvd, pues me resulta imposible no simpatizar con su personal estilo de interpretación y creo que no merece otro calificativo que el de “crack”. A lo largo de los diferentes cortos encontramos a otros actores mucho más conocidos, como son Irene Verdú (Al Pereira vs. The Alligator ladies) o el ya mencionado y siempre genial Emilio Moya (Megamuerte).

The Amazing Gallardo Vol.1: Fantastic Freak Universe es una recopilación única en el mundo (probablemente en el universo) con propuestas de todo tipo, pues aparte de las mencionadas, también hay espacio para una original historia protagonizada por pseudomarionetas o un mini-video en el que Gallardo realiza un repaso a su colección de carteles de películas a ritmo de Abba (sic). Amateur. Bizarro. Underground. No importa como se le llame a este recopilatorio, pero debe descubrirse con urgencia. Además, la edición viene cargada de extras: fotografías, dos making of, trailers e incluso un documental sobre Gallardo dirigido por Víctor Olid.

Más información: vialofdelicatessens.  



martes, 16 de diciembre de 2014

Man of Tai Chi (2013)


Debut directoral de Keanu Reeves, un actor bastante denostado por la critica pero que ha encarnado a personajes tan icónicos como Neo o Siddhartha Gautama ,y que ha participado en películas que tanto me gustan como Le llaman Bodhi (1991)Johnny Mnemonic (1995) o  A scanner darkly (2006). Más allá del aprecio personal que sienta por el actor, el crimen que se ha perpetrado engendrando semejante film no puede pasar por alto. Bueno, a lo mejor exagero un poco, pero por algún motivo esperaba de el algo más… profundo, o quizás no sea esa la palabra, pero desde luego, algo de mejor gusto, menos tópico ,y no rozando lo caricaturesco. Parece que esa imagen de asceta solitario que viste desde hace tiempo  ha conseguido engañarme, y bien engañado. En cualquier caso, lo que si es cierto, es que la experiencia de trabajar junto a Yuen Woo Ping en Matrix marcó fuertemente a Keanu, despertando en el cierto interés en el mundo de las artes marciales y que finalmente cristalizó en este Man of tai chi.
Con un argumento al estilo Dead or Alive (2006) o Mortal Kombat (1995) , el villano de la película encarnado por Keanu, busca a los mejores luchadores del mundo para enfrentarlos en combates mortales retransmitidos via internet para el consumo exclusivo de gente adinerada (una especie de UFC) y en el que el protagonista Tiger Chen (Coreografo del equipo de Yuen Woo Ping al que Keanu conoció en el rodaje de Matrix) participará con el fin de conseguir el dinero necesario para salvar del deshaucio el templo de su maestro.
La película es de un mal gusto estético escandaloso, los vestuarios y diseños de producción parecen un sucedáneo barato de Matrix, y de la banda sonora mejor no hablar. Solo con tener a Yuen Woo Ping encargado de la acción la película ya debería ofrecer un minimo de entretenimiento ¡¡pero no es así!!! Las coreografías no parecen dignas de el, la manera de filmar las peleas está más cercana al estilo americano que al chino, muy poco claras y con tendencia a la epilepsia visual, y por si fuera poco, Keanu se toma alguna que otra licencia "artística" totalmente salida de tono e incomprensible (como un grito que pega en primer plano mirando a la camara que me dejó descolocadisimo). La investigación policial de relleno es anodina e insufrible, tanto por el ritmo al cual se narra ,como por las actuaciones (Uno de los peores papeles/personajes que he visto de Simon Yam). Qué decir de nuestro adorable héroe, Tiger Chen, un tipo con una gran habilidad física inversamente proporcional a su calidad como actor, y con un peinado super hortera que hace imposible que te lo tomes en serio. Una de las pocas cosas que me sorprendió gratamente fue la aparición desaprovechada y fugaz de Iko Uwais (The Raid, 2011).
Keanu, tu dedícate a buscar papeles en buenos guiones de ciencia ficción y limítate a la actuación.



domingo, 7 de diciembre de 2014

CINTURÓN NEGRO (Black Belt Jones, 1974)


Con el fin de edificar unos locales clandestinos, unos mafiosos requieren el espacio que ocupa una escuela de artes marciales situada en Los Angeles y asesinan al viejo maestro de la escuela . Los alumnos, con la ayuda de un experto luchador apodado Black Belt Jones, plantaran cara a los facinerosos.
Cinturón negro es probablemente la película más conocida de las protagonizadas por Jim Kelly. El que fuera una de las estrellas del denominado cine blaxploitation da vida al héroe de esta aventura para (casi) toda la familia en la que debe enfrentarse a unos gangsters de poca monta para vengar la muerte de un amigo. Y lo hará a ritmo de una cojonudísima música setentera y a golpe de karate, con un estilo ultra-cool, tal y como marcaba la época. Y es que, Cinturón negro está diseñada para absoluto lucimiento de Kelly, quien aprovecha la oportunidad ofreciendo un buen festival de patadas y golpes que fueron aplaudidos por el público y criticados sin piedad por la crítica “especializada”. No es ni de lejos la mejor película de Kelly, pero si es una buena opción para quienes quieran descubrirle, o sencillamente, pasar un rato divertido.


Producida por la Warner, dirige la cinta Robert Clouse, que tras Operación Dragón (1973) se especializó en películas de artes marciales, poniendo el piloto automático, dejando que la acción y las peleas sucedan frente a su cámara. En el reparto vemos a un entrañable Scatman Crothers como maestro de la escuela, a Gloria Hendry en la piel de su hija, y en papeles de mafiosos tenemos entre muchos otros a Mel Novak y a Bob Wall. 

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miércoles, 3 de diciembre de 2014

¿QUIÉN MATÓ A BRUCE LEE? (Tha Black Dragon´s revenge, 1975)


Desde luego, no cabe duda de que el fenómeno “Bruce Lee” fue algo que multitud de productores quisieron (con mayor o menor fortuna) exprimir de un modo u otro en sus propias películas, ya sea con las archiconocidas cintas protagonizadas por clones como Bruce Le o Bruce Li o en proyectos difíciles de catalogar como Puño de furia, contacto mortal (1980), ya posteada en este blog con anterioridad.

¿Quién mató a Bruce Lee? es otro de esos raros productos que emplean la imagen del Pequeño Dragón a modo de reclamo sin que en realidad el protagonista de Operación dragón (1973) tenga absolutamente nada que ver al fin y al cabo. Con todo, la acción de la película gira en torno a Lee, o mejor dicho, a su fallecimiento: la trama arranca con la noticia de la muerte en extrañas circunstancias del astro de las artes marciales. Un mafiosillo que se hace pasar por amigo personal personal de Lee contrata nada menos que al extraordinario Ron Van Clief (quien se interpreta a sí mismo) para que descubra las causas que acabaron con la vida del actor. En paralelo, una escuela de kung fu también comenzará una investigación para descubrir lo sucedido.

Película de bajo presupuesto diseñada para el lucimiento de Ron Van Clief (el actor incluso luce camisetas con su propio nombre), se trata no obstante de una infrecuente bruceploitation, sin clones, claro, pero con multitud de escenas pertenecientes a las películas Karate a muerte en Bangkok (1971) y Furia oriental (1972), aquí empleadas a modo de flashbacks explicativos para narrar como era la vida de Bruce. Si el protagonista Van Clief hubiese sido contratado por los gangsters para encontrar, por ejemplo, un antiguo tesoro, la película podría funcionar exactamente igual, pues el esquema no dejaría de ser el mismo (héroe que viaja en busca de algo-encontrará diferentes peligros y enemigos-empleará las artes marciales para lograr sus objetivos). Perdería, eso sí, el grado de frikez que hace famoso a estos largometrajes.


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lunes, 1 de diciembre de 2014

PUÑO DE FURIA, CONTACTO MORTAL (Fist of fear, touch of death, 1980)


Probablemente, el bruceploitation más marciano y gamberro de cuantos se han realizado a lo largo de la historia sea este Puño de furia, contacto mortal, que quizás por definición, ni siquiera podamos meterlo en el saco de dicho subgénero, pues no aparece ni Bruce Le, ni Bruce Li ni Bruce Leung ni ningún otro clon. Más bien se trata de un falso reportaje (tampoco es un falso documental) en el que se detalla los acontecimientos ocurridos durante la velada de un torneo de artes marciales en el que se disputa el título de “heredero de Bruce Lee”. De modo que tenemos a Adolph Caesar en la piel de un reportero que nos narrará a pie de pista las exhibiciones y combates que tendrán lugar a lo largo del evento, al tiempo que hace entrevistas a diferentes personalidades que acuden como invitados a la velada. Entre las caras conocidas que prestan declaración tenemos al promotor de artes marciales Aaron Banks y a las super-estrellas del blaxploitation Ron Van Clief y Fred Williamson, ambos protagonizando momentos verdaderamente delirantes. El otro rostro a destacar quizá sea el de Bill Louie, quien tuvo sus momentos de gloria no sólo con su carrera como deportista, sino interviniendo en películas tan frikis como esta o la conocida Bruce vs. Bill (1981) con Bruce Le.

Junto a los mencionados combates, las falsas entrevistas y las secuencias dramatizadas con los personajes entrenando o viviendo peligrosas aventuras (sin duda, el momento estrella es aquel en el que Van Clief libera a una joven muchacha de las garras de unos violadores), también tenemos secuencias en las que se ficcionan supuestos momentos de la vida real del Pequeño Dragón...que son más falsos que un billete de cuatro euros, aportado datos que en absoluto se asemejan a la realidad afirmando, por ejemplo, que el bisabuelo de Lee era un antiguo samurai, demostrando así, que los responsables de Puño de furia, contacto mortal no saben diferenciar a un japonés de un chino. Además, la mayoría de las secuencias en las que vemos a Bruce Lee en la pantalla pertenecen a fragmentos de The thunderstorm (1957) y de la serie Longstreet con el audio doblado en favor de la construcción de una historia más o menos lineal. El filme resultante, sin embargo, acaba siendo una especie de monstruo peligroso, una cinta con altas dosis de frikismo, imposible de tratar en serio. No obstante, uno no es de piedra, y aunque lo razonable seria tratar de insulto denigrante a este producto, sintiéndolo mucho debo reconocer que lo pase pipa viendo esta película, pues aún sabiendo que es un desastre absoluto, en algunos momentos no pude parar de reír. Además, el metraje contiene suficientes elementos que hacen que al menos yo como espectador me enganche en seguida (la simple presencia de Ron Van Clief, el hecho de que en un momento determinado se hable de los clones de Bruce Lee, etc.). En fin, únicamente recomendable para enfermos terminales...como nosotros.


Puntuación:
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