1999 fue el año del estreno de
“Gen-X-Cops”, cinta de acción juvenil, comentada con
anterioridad aquí en el blog; la película obtuvo un indudable éxito
gracias a diferentes factores (trama jovial, reparto lleno de
estrellas emergentes, Jackie Chan en la producción...) con lo cual
no debió extrañar a nadie la confección de una inmediata secuela,
“Gen-Y-Cops”, que de alguna manera siguiera las aventuras de este
escuadrón policial formado por los chavales más enrollados de la
jefatura. Lo llamativo fue que cuando el proyecto se encontraba en
proceso de desarrollo, una compañía norteamericana quiso entrar a
modo de co-productora; Bey Logan, actor “Gen-X-Cops” y guionista
en ésta segunda entrega, así lo explicaba en una entrevista: “había
una historia, pero cuando vinieron los estadounidenses pidieron que,
al menos, la mitad de la película fuese en inglés. Así que entré
y empecé, básicamente, a escribir escenas para Maggie Q, Edison
Chen...”1. Asimismo, es bastante probable que la llegada
de los americanos supusiese la introducción en el reparto de actores
de carácter internacional, caso de Paul Rudd, intérprete muy
conocido en Hollywood, famoso en aquellos años gracias a cintas como
“Romeo + Julieta” (1996), “Las normas de la casa de la sidra”
(1999) o “Clueless - Fuera de onda” (1995).
Sea como sea, lo cierto es que el
estilo de esta segunda parte difiere bastante de su precedente. Aquí,
además de ese inevitable aire internacional logrado gracias a la
co-producción de EE.UU y de actores como Rudd, parece que el guión
pretende hacer un guiño al cine mecha japones, pues la trama
principal presenta a un robot asesino comandado por un peligroso
mad-doctor con intenciones de sembrar el pánico en la ciudad. Por
supuesto los protagonistas deberán impedirlo a golpe de pistola,
chistes malos y patadas de kung-fu. Así, “Gen-Y-Cops” supone una
mezcolanza de géneros que van desde el humor a la ciencia ficción
pasando por la acción pirotécnica y las artes marcieles (algunos
combates bien resueltos, con rivales como el conocido Ron
Smoorenburg). Sin embargo, la película no acaba de funcionar, tal
vez debido a la inclusión de demasiadas ideas, un guión pasado por
diferentes manos, y, sobre todo, un humor que no termina de cuajar:
mientras que en la primera parte los muchachos podían hacer gracia
con sus payasadas, aquí se pasan de frenada, y verdaderamente
irritante es el caso de Sam Lee, insoportable con sus muecas y
ocurrencias constantes. De igual modo, el empleo de la música techno
lega a cansar, y algunos efectos especiales y conceptos han quedado
un tanto desfasados con el paso del tiempo. Pero nos encontramos ante
un producto comercial, fruto de su tiempo (principios de la década
del 2000), que puede entretener en un momento dado, siempre que no le
exija demasiado. Con el genial Anthony Wong en un rol de
colaboración, el filme se comercializó en diferentes mercados bajo
la etiqueta de “una producción de Jackie Chan”, lo cual es
mentira, pues la estrella de “La serpiente a la sombra del águila”
no tuvo ningún tipo de implicación en el proceso. Probablemente se
quiso explotar el hecho de que Chan sí participara en la anterior
entrega de la saga. Una saga, todo sea dicho, que murió tras esta
segunda parte, seguramente al ver los insuficientes resultados de
“Gen-Y-Cops” .
Nota: 4/10
1: Portal Hong Kong Cinémagic
(www.hkcinemagic.com): “Interview Bey Logan”. Texto de Arnaud
Lanuque aparecido el 28 de diciembre de 2004.