lunes, 24 de marzo de 2014

EL ÚLTIMO COMBATE (Dragon Ball Z: Tatta Hitori no Seishou Kessen Furiza ni Chounda Z Senshi Songokuu Otosan, 1990)




Al lanzamiento por parte de la distribuidora Trashorama de la película coreana Dragon Ball Zero (1990) debemos sumar ahora la noticia del estreno en salas de una nueva película de animación de la serie protagonizada por Son Goku y sus amigos, de modo que casi podríamos hablar de la existencia de un mini revival de la obra de Toriyama. No digo que esto suponga una moda ni nada de eso (o sí, quién sabe), pero si es el momento perfecto para recordar  algunas de las mejores pelis y/o especiales que surgieron en su momento para rellenar esos recovecos del serial. Y si hace algunos posts  hablábamos de Un futuro diferente (1993) hoy retrocedemos tres años y desempolvamos éste El último combate, quizá “la mejor película de Dragon Ball”.  El film sirve como precuela de TODO lo sucedido en la serie, pues trata sobre los primeros días de vida de Son Goku, conoceremos a su padre, el guerrero Bardock y veremos como Freezer destruye el planeta Vegeta. 

La historia se centra en un comando de guerreros procedentes del planeta Vegeta, encargados de conquistar diferentes planetas y estrellas. Durante una de sus misiones un habitante del planeta conquistado  le concede a Bardock (miembro del equipo) “el don del pre-conocimiento” gracias al cual descubre como su jefe,  El Todopoderoso Freezer, tiene unos terribles planes… Mientras tanto, el hijo de Bardock, Kakarot, acaba de nacer, pero es enviado a un pequeño planeta del sistema solar llamado Tierra…

Con ciertos y reconocibles paralelismos con la historia de Superman, El último combate es una película de 50 minutos de pura acción y ciencia-ficción, que logra algo muy complejo, crear cierta tensión en los momentos dramáticos aunque el espectador (conocedor de la serie) sepa perfectamente cómo va a acabar la aventura.  Me gusta además ese acercamiento a los personajes, viendo como los guerreros se marcan sus juergas en el bar, o como algunos, mientras viajan en las naves, comen galletas con naturalidad. Asimismo, contiene momentos cinematográficamente excelentes, como la escena en que las naves de Bardock y Kakarot/Goku se cruzan en el espacio, o la brillante secuencia inicial, con los guerreros convertidos en gigantescos simios arrasando el planeta de turno. Además, aquí los flashforwards están  bien situados en la historia, haciendo un muy buen uso de éste recurso narrativo. Los combates, como (casi) siempre en Dragon Ball, resultan excelentes para la época en que fueron concebidos, y como siempre ocurre, verlos hoy por primera vez no es como disfrutarlos en su día. Aún así, la escena en que Bardock lucha contra cuatro villanos continua funcionando a la perfección (incluyendo un impagable momentazo gore), no así tal vez, el combate final contra millares de guerreros de Freezer, posiblemente, el peor momento del metraje. 

Con cameos añadidos de Gohan (el abuelo de Goku) y de Vegeta y Napa, acabaremos diciendo que me encantó volver a verla una vez más, y que los que fueron fans de Dragon Ball no deberían olvidarla nunca.

Puntuación: 6/10

jueves, 13 de marzo de 2014

The blade spares none (Dao bu liu ren, 1971)

Cuando a principios de los 70 Raymond Chow fundó Golden Harvest no corrió riesgos y jugó las cartas que conocía bien siguiendo la estela de Shaw Brothers, ya que la primera hornada de films producidos por esta recién nacida fabrica de cine fueron wuxias al estilo clásico con argumentos novelescos como esos que tan exitosa y extensamente había desarrollado la productora de la que venía Chow. El film que nos ocupa es un claro ejemplo de ello. Con un enrevesado relato de venganzas, engaños y traiciones, Yip Wing Cho un novato asistente de director de la Shaw, se encarga de orquestar la constelación de estrellas por las que Chow apostó como abanderados de su nueva marca, algunos ,viejos rostros conocidos como Chiang Nan o James Tien, y otros nuevos, como la preciosa y futura inseparable de Bruce Lee, Nora Miao.
Con una dirección y ritmo aceptables, la película destaca especialmente por su protagonista femenina (Miao) , una auténtica amazona de interminables cabellos negros con
un dominio de las espadas y las coreografías de Han Ying Chieh (el malo de The Big Boss) que ya quisiera Angelina Jolie o cualquiera de esas que se hacen llamar actrices de acción en occidente.
Otro aspecto interesante que toca The Blade Spares None es la figura del Si Fan (los antecesores chinos de los ninjas) en algunas de las mejores escenas de la película, con combates corales muy dinámicos y entretenidos.
En definitiva ,sin estar a la altura de algunos de los productos mas conocidos de la Shaw, estamos ante un film que esta por encima de la media del resto de producciones Golden Harvest.

sábado, 8 de marzo de 2014

STONER (Tie jin gang da po zi yang guan, 1974)




Ésta es una de esas películas que es más interesante lo que hay detrás de ella que el film en sí. Sin duda. Y es que, si no supiéramos nada de ella, la veríamos como una aventurilla de “polis y malos” inofensiva cuyo mayor aliciente es que protagoniza el gran George Lazenby, sin duda uno de los actores más menospreciados e infravalorados de la historia.   Pero, ¿cómo se metió Lazenby en el proyecto? Eso es lo interesante. 

Debemos remontarnos al año 1972 o 73 cuando Bruce lee se encontraba preparando la que debía de ser su segunda película como director, Juego con la muerte, para la cual, necesitaba a un co-protagonista que diera vida a su compañero de bando. Imagino que pensó en varios nombres, pero fue George Lazenby el elegido finalmente. Lazenby comenzaba a ser conocido en aquel momento, al interpretar a James Bond en 007 al servicio secreto de su Majestad (1969), con la que le nominaron a un Globo de Oro. El actor australiano llegó a  firmar un contrato con Raymond Chow (y la productora Golden Harvest) en el que decía que protagonizaría varias películas de acción hongkonesas, y Juego con la muerte debía ser la primera. Como todos sabemos, Lee falleció prematuramente y aquella película se paralizó durante varios años, hasta materializarse en aquel desastre fílmico que se estrenó en 1978, ya sin Lazenby en el reparto.  Sin embargo, ese contrato firmado seguía existiendo, por lo que  Lazenby llegó a interpretar algunas películas de la casa de Chow. Una de esas obras es Stoner, un producto que en un inicio se confeccionó para ser un verdadero blockbuster protagonizado nada menos que por Bruce Lee, Sonny Chiba y Lazenby. Al morir Lee, Chiba pasó del proyecto y siguió con su carrera en Japón, pero Lazenby ya había firmado, de modo que no hubo vuelta atrás para él. De la dirección del film se encargó el bueno de Huang Feng (del que en este blog ya reseñamos Naked comes the huntress -1978) y en sustitución de Lee se optó por cambiarle el sexo al personaje y que lo interpretase la actriz fetiche del cineasta, Angela Mao, excelente artista marcial de carrera ascendente por aquellos años.  El desconocido Jôji Takagi reemplazó a Chiba, y por la trama en roles secundarios encontramos a Betty Ting Pey (quien también iba a estar en Juego con la muerte, pero famosa en la historia dado que Lee falleció en su casa) y a los imprescindibles Sammo Hung, Yuen Biao y Yuen Wah (éstos dos últimos, en realidad ejerciendo de extras). 

El argumento es sencillísimo y parece en realidad escrito en una tarde: una nueva droga amenaza a la ciudad. Quienes la consumen ven incrementado su apetito sexual y en dosis elevadas puede provocar la muerte. Dos agentes de la Ley de distintos países (Mao y Lazenby) trataran de desmantelar a los traficantes. La sombra del éxito de Operación dragón (1973) es alargadísima, y aunque aquí no haya ningún campeonato de artes marciales de por medio, la idea de asemejarse a ese look norteamericano de los 70 y algunos conceptos de guión (los sótanos subterráneos donde se fabrican las drogas, escenario perfecto para las luchas finales) no dejan ninguna duda de lo mucho que caló el film de Robert Clouse.  Es cierto que en las escenas marciales George Lazenby no es precisamente un fuera de serie (aunque en la pantalla trate de serlo), pero lo compensa con creces con ese carisma que desprende durante todo el metraje (es un gran actor, véase por ejemplo el sublime giallo que protagonizó, ¿Quién la ha visto morir?  de 1972). Además, para deleitarnos con las peleas ya tenemos a Angela Mao o a Sammo Hung, quizá no en sus mejores papeles, pero cumpliendo de sobra, eso sí, con su cometido.

Por supuesto que Stoner no es una gran película, ni mucho menos. Se nota que el cineasta Huang Feng metió el piloto automático a la hora de dirigir, la historia no cuenta absolutamente nada (olvídense del rollo filosófico que sí se marca la mentada Operación dragón), algunos combates pueden resultar acartonados, etc. Sin embargo, le tengo cierta simpatía al film al estar protagonizado por un actor que me chifla y por pensar mientras lo veo en lo que “pudo haber sido y no fue”.       


Puntuación: 7/10