Ésta es una de esas películas que es más interesante lo que
hay detrás de ella que el film en sí. Sin duda. Y es que, si no supiéramos nada
de ella, la veríamos como una aventurilla de “polis y malos” inofensiva cuyo
mayor aliciente es que protagoniza el gran George Lazenby, sin duda uno de los
actores más menospreciados e infravalorados de la historia. Pero, ¿cómo
se metió Lazenby en el proyecto? Eso es lo interesante.
Debemos remontarnos al año 1972 o 73 cuando Bruce lee se encontraba
preparando la que debía de ser su segunda película como director, Juego con la muerte, para la cual, necesitaba a un co-protagonista que diera
vida a su compañero de bando. Imagino que pensó en varios nombres, pero fue George
Lazenby el elegido finalmente. Lazenby comenzaba a ser conocido en aquel
momento, al interpretar a James Bond en 007 al servicio secreto de su Majestad
(1969), con la que le nominaron a un Globo de Oro. El actor australiano llegó a firmar un contrato con Raymond Chow (y la
productora Golden Harvest) en el que decía que protagonizaría varias películas de
acción hongkonesas, y Juego con la muerte debía ser la
primera. Como todos sabemos, Lee falleció prematuramente y aquella película se
paralizó durante varios años, hasta materializarse en aquel desastre fílmico
que se estrenó en 1978, ya sin Lazenby en el reparto. Sin embargo, ese contrato firmado seguía existiendo,
por lo que Lazenby llegó a interpretar
algunas películas de la casa de Chow. Una de esas obras es Stoner, un producto que
en un inicio se confeccionó para ser un verdadero blockbuster protagonizado nada menos que por Bruce Lee, Sonny Chiba
y Lazenby. Al morir Lee, Chiba pasó del proyecto y siguió con su carrera en
Japón, pero Lazenby ya había firmado, de modo que no hubo vuelta atrás para él.
De la dirección del film se encargó el bueno de Huang Feng (del que en este
blog ya reseñamos Naked comes the huntress -1978) y en sustitución de Lee se optó
por cambiarle el sexo al personaje y que lo interpretase la actriz fetiche del
cineasta, Angela Mao, excelente artista marcial de carrera ascendente por
aquellos años. El desconocido Jôji
Takagi reemplazó a Chiba, y por la trama en roles secundarios encontramos a Betty
Ting Pey (quien también iba a estar en Juego con la muerte, pero famosa en la
historia dado que Lee falleció en su casa) y a los imprescindibles Sammo Hung,
Yuen Biao y Yuen Wah (éstos dos últimos, en realidad ejerciendo de extras).
El argumento es sencillísimo y parece en realidad escrito en
una tarde: una nueva droga amenaza a la ciudad. Quienes la consumen ven
incrementado su apetito sexual y en dosis elevadas puede provocar la muerte.
Dos agentes de la Ley de distintos países (Mao y Lazenby) trataran de
desmantelar a los traficantes. La sombra del éxito de Operación dragón (1973) es
alargadísima, y aunque aquí no haya ningún campeonato de artes marciales de por
medio, la idea de asemejarse a ese look norteamericano de los 70 y algunos
conceptos de guión (los sótanos subterráneos donde se fabrican las drogas, escenario
perfecto para las luchas finales) no dejan ninguna duda de lo mucho que caló el
film de Robert Clouse. Es cierto que en
las escenas marciales George Lazenby no es precisamente un fuera de serie (aunque
en la pantalla trate de serlo), pero lo compensa con creces con ese carisma que
desprende durante todo el metraje (es un gran actor, véase por ejemplo el sublime
giallo que protagonizó, ¿Quién la ha visto morir? de 1972). Además, para deleitarnos con las
peleas ya tenemos a Angela Mao o a Sammo Hung, quizá no en sus mejores papeles,
pero cumpliendo de sobra, eso sí, con su cometido.
Por supuesto que Stoner no es una gran película, ni
mucho menos. Se nota que el cineasta Huang Feng metió el piloto automático a la
hora de dirigir, la historia no cuenta absolutamente nada (olvídense del rollo
filosófico que sí se marca la mentada Operación dragón), algunos combates
pueden resultar acartonados, etc. Sin embargo, le tengo cierta simpatía al film
al estar protagonizado por un actor que me chifla y por pensar mientras lo veo
en lo que “pudo haber sido y no fue”.
Puntuación: 7/10
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