sábado, 24 de agosto de 2013

Adiós a Ted Post




El pasado 20 de Agosto falleció Ted Post, excelente cineasta principalmente recordado por sus películas de acción (Regreso al planeta de los simios-1970, Harry el Fuerte-1973, probablemente, sus dos mejores trabajos) y sus trepidantes westerns (Cometieron dos errores-1968 o  La diligencia II-1986, entre otras). También fue conocido por dirigir numerosos episodios de series de televisión, siendo de nuevo el género de vaqueros el más recurrente (Látigo, Caravana, La ley de revólver, El hombre del rifle y un largo etc. ).
Coqueteó  pocas veces con las artes marciales, pero una de ellas es especialmente recordada: Los valientes visten de negro (1978). Aquella fue la segunda película que protagonizaba Chuck Norris y vista hoy, podemos situarla entre las mejores del karateka. Post también dirigió Escudos humanos (1991), una de las epopeyas pseudo-bélicas protagonizadas por Michael Dudikoff, que pasó sin pena ni gloria, y que tristemente, (casi) cerraba la carrera del director norteamericano.
Resumiendo, realizó pocos filmes de lucha, pero por su trabajo y por habérnoslo hecho pasar en grande en innumerables ocasiones, he creído oportuno dedicarle unas palabras.  Descanse en paz.      

jueves, 22 de agosto de 2013

INFRAMAN (Zhong guo chao ren, 1975)




Hace unos días, acudí a una de las salas donde proyectaban Pacific Rim (2013), y tras su visionado, me dio por bucear un poco en mi videoteca y disfrutar de algún título de características similares. Y di con Inframan, título que hacía unos años que no veía, y me apetecía revisar. Y de entrada diré que el goce fue supremo.
Producida por la Shaw, la película nació como respuesta hongkonesa al éxito del famoso Ultraman japonés. Su argumento podemos resumirlo de la siguiente manera: la Tierra ha sido invadida por una serie de alienígenas cabreados dispuestos a conquistar nuestro mundo; en respuesta, un científico aplica sus conocimientos sobre un muchacho hasta convertirlo en Inframan, un superhéroe con aspecto de robot, capaz de volar, alterar su tamaño  y poseedor de una fuerza sobre-humana. Dispone además de un traje equipado de dardos, misiles y no sé cuantas cosas más que lo convierten en un ser absolutamente preparado para dar caza a los extraterrestres hostiles. Y aunque parezca mentira, sus cualidades no acaban ahí, pues es también experto en las artes marciales, capaz de realizar inmovilizaciones, patadas, puñetazos, luxaciones, etc. Sus combates cuerpo a cuerpo contra las fuerzas del mal son impagables. 

Como apunte cinéfilo, diremos que a Inframan le da vida nada menos que Danny Lee, pero  años antes de ser Danny Lee, es decir acreditado como Li Hsui Hsien, en su primera etapa como actor. E interpretando a su mejor amigo encontramos a King Lung Huang, quien años después alcanzaría el estrellato (o así) bajo el alias de Bruce Le. Ni que decir tiene que Le (perdón, King Lung Huang) aprovecha la ocasión para demostrar sus habilidades marciales, enfrentándose a algunos de los monstruos a golpe de Kung fu. Y no lo hace nada mal, por cierto, pero claro, es un secundario, y poco es lo que puede lucirse.  
Confeccionada para que sea disfrutada por toda la familia, la película es una aventurilla de agradable visionado, recordada por unos efectos especiales divertidos (lo siento, no se me ocurre otra palabra) y convertida hoy en pieza obligatoria en cualquier videoteca de carácter freak que se precie de serlo. Se encuentra a mil jodidas millas de las mejores películas de la productora Shaw, pero, reconozcámoslo, es entretenida y tiene su encanto.

Puntuación: 6/10

martes, 20 de agosto de 2013

El rey de los asesinos (Hitman, 1998)

Me compré Hitman en China sin saber demasiado de ella en una de esas ofertas de 3x2. La portada y el titulo eran totalmente diferentes a la edición Española por lo que inicialmente no la reconocí y me hice con ella pensando que era alguna que no estaba editada aquí. Al desconocimiento del titulo se le sumó que en la portada salen Jet Li, Simon Yam y Eric Tsang. Nunca he sido muy fan del sentido del humor de Tsang, de hecho el verlo a él en la portada ya me dio mal rollo, pero pensé... ¿peli de Jet Li? ¿No editada en España? ¿y a 3€? ¡CAGADA!

Con un reparto mixto( chino y japonés), el film habla de un jefe Yakuza (Kenji Sahara, Gojira, 1954) que sabe que va a morir a manos de un legendario asesino conocido como "el Rey de los asesinos", una especie de Robin Hood que solo mata por principios. Adelantándose a los acontecimientos, el líder Japonés ofrece una descomunal recompensa para quien encuentre a su futuro asesino. Jet Li, un ex militar de China continental con problemas económicos y Eric Tsang, un buscavidas que quiere volver a ganarse el respeto de su hija, unen fuerzas para encontrar al célebre killer, pero Simon Yam, el detective de turno, se interpondrá en su camino.
No voy a entrar en detalle con los personajes y el argumento porque la película pega algún que otro giro y no quiero spoilear a nadie. La clave aquí son los actores, la química entre ellos es palpable y vemos a Jet Li en uno de sus mejores momentos interpretativos. Eric Tsang se me antoja cansino como casi siempre, pero combina bien con Li.Por lo que respecta a Simon Yam sobran las palabras, pues siempre es una garantía de calidad. El nivel técnico de la película es bastante decente, mejor filmada que dirigida, se nota la mano experta de Arthur Wong (Dirty Ho, 1979) en la foto, pero es aburrida, lenta en muchos momentos y para colmo te pasas media película deseando que Li reparta candela, cosa que sucede más bien poco. Las peleas están bien coreografiadas, pero hay alguna que otra que por querer ser originales consiguen el ridículo (uno de los malos usa un anillo con un puntero láser para darle a Li en los ojos. Sin comentarios.), aunque por lo menos la escena final es un vendaval de acción coral a lo Hard Boiled (1992)  muy bien resuelto.

Recuerdo que durante buena parte del metraje tenía ganas de que terminara y me resultó algo tonta por el uso excesivo de sentimentalismo a fondo perdido. Lejos de lo mejor de Li.

                       









CAMPEÓN DE CAMPEONES (Best of the best, 1989)




Duele bastante comprobar (y es algo que se lee mucho por los blogs) como el paso del tiempo puede destrozar  por completo una película que de niño uno idolatraba. Campeón de campeones es un buen ejemplo de ello. Convertida hoy en un mini-clásico por aquellos que la disfrutamos a principios de los 90 (ya sea en la tele o alquilándola), la historia de los cinco luchadores norteamericanos que viajaban a Corea para disputar la final de un importante torneo de artes marciales, caló lo suyo, y verla en compañía se convirtió en ritual. Y es que ofrecía lo que prometía, es decir, peleas y poco más. Porque claro, ¿para qué más? El problema viene cuando la visionamos hoy. Las peleas no son todo lo espectacular que uno (yo al menos) recordaba,  la construcción de los personajes no me parece del todo correcta (el rol que ejerce Chris Penn llega a poner de los nervios), la música ochentera no es tan molona como parece, el rollo zen de la entrenadora puede cansar un poco, etc. Aún así, se trata de una película la mar de entretenida, de construcción sencilla (el guión se divide en cuatro partes muy diferenciadas: presentación-reclutamiento-entrenamiento-torneo) y, gracias a la presencia de Phillip Rhee (auténtico motor de la propuesta, pues es  guionista, productor y co-protagonista) podemos disfrutar de algunos combates estupendos, dado que Rhee es un excelente luchador. Su némesis lo interpreta Simon Rhee (otro crack) y el combate final entre ambos es sin duda lo mejor de la película. Y la conclusión de la trama, la cual evidentemente no destriparé, continúa pareciéndome muy emotiva.  
Phillip Rhee
Eric Roberts ejerce de cabeza de cartel y da el pego como experto luchador, de igual manera que John Saxon lo hizo en Operación dragón (1973), esto es, cumpliendo sin más.   Interpretando a su madre tenemos a la oscarizada Louise Fletcher (Alguién voló sobre el nido del cuco, 1975). Los entrenadores del equipo USA  son nada menos que James Earl Jones y Sally Kirkland (ambos con nominaciones al Oscar en sus curriculums) y entre los secundarios encontramos a Kane Hooder (Jason en la mayoría de entregas de la saga Viernes 13) interpretando a un broncas en una escena de bar. También  llama la atención la aparición sorpresa de Edward Bunker (ya sabéis, el Señor Azul en Reservoir Dogs-1992 y conocido escritor en la cultura underground) interpretando al padrino del hijo de Eric Roberts. Quizá se deba a que Bunker fue uno de los  guionistas de El tren del Infierno (1985), la peli con la que Roberts logró una nominación a los Premios de la Academia Americana.     

Puntuación: 6/10

lunes, 19 de agosto de 2013

CUENTOS DE LA LUNA PÁLIDA (Ugetsu Monogatari, 1953)




Con esta indiscutible obra maestra del legendario cineasta japonés Kenji Mizoguchi abrimos una pequeña rama en nuestro blog, en la cual aparecerán algunos títulos que, aunque no pertenezcan por completo al género de las artes marciales, si contienen algunos rasgos característicos (personajes, situaciones, etc) de ese tipo de cine.
Cuentos de la luna pálida está ambientada en el Japón del Siglo XVI, y cuenta la historia de dos humildes campesinos, Tobei y Genjuro, ambos casados, y ambos con ambiciosos sueños y objetivos. Genjuro trabaja las vasijas como hobbie, aunque en su deseo estaría el abandonar los campos y convertirse en vendedor, ganándose la vida como alfarero. Por su parte, Tobei desea a toda costa convertirse en samurái, y no dudará en trabajar como asistente de Genjuro para conseguir el dinero necesario con el que comprar una armadura y una lanza. Un día, a Genjuro se le aparecerá una bellísima joven que le hace un pedido, a condición de que el alfarero se lo lleve directamente a su castillo. El hombre acepta sin saber quién es realmente aquella misteriosa mujer…
Excepcional historia de fantasmas (que no de terror) en la que se demuestra, una vez más, lo mucho que le interesaba a Mizoguichi el papel que una mujer puede representar en la vida de un hombre.  Codicia, poder, metas inalcanzables y castigos divinos en una película que como decía al principio, no es exactamente de artes marciales, pero me fascina de sobremanera el personaje de Tobei y como enfoca su pasión por el arte de la lucha. Resulta interesante comprobar el alto estatus que poseían los samuráis en aquellas fechas, y como las gentes de a pie se sentían fascinados por sus acciones. Memorable también el momento en que Tobei consigue asesinar a un notable guerrero (gracias eso sí, a una equivocación) y como logra formar parte del clan de samuráis con el que él soñaba.
Cuentos de la luna pálida se convierte, de este modo, en la primera gran obra maestra que aparece en nuestro blog.  

Puntuación: 9/10

martes, 13 de agosto de 2013

Shi fu chu ma (The Old Master, 1979)

I'm Popeye the sailor man
I'm Popeye the sailor man
I'm strong to the fin-ich
Cause I eats me spin-ach
I'm Popeye the sailor man.
No pequeños saltamontes, no estoy esquizofrénico perdido y tampoco es que considere a Popeye como una pieza clave del genero que tocamos aquí. La cosa es que los protagonistas de este pequeño engendro de las artes marciales se pegan un bailoteo al ritmo de esta pegajosa melodía en una discoteca al más puro estilo Tony Manero. A priori pensaréis, ¿bueno y qué? ¿No hay un montón de comedias de artes marciales con sus protas haciendo el subnormal? Y tendréis toda la razón, la única diferencia es que en esta, uno de los protagonistas es un señor de 74 años que atiende por el nombre de Yu Jim Yuen. ¿Todavía no? Lógico, los occidentales normalmente somos muy malos con los nombres chinos, pero ¿y si os digo que se trata de uno de los mas grandes maestros de la Opera de Pekín de Hong Kong y fundador de los 7 Little fortunes (grupo de sus mejores alumnos en el que se encontraban nombres como Yuen Wah, Yuen Mao, Sammo Hung, Jackie Chan, Yuen Biao, Yuen Qiu o Corey Yuen) ? Como diría el Cigala: "La cosa cambia". ¿Como se dejó ridiculizar de tal manera? Quizá no lo sabremos nunca.

Después de dedicar 20 años a entrenar jóvenes promesas de la Opera de Pekín, en 1973 Yuen decidió expandir sus enseñanzas aceptando la invitación de un grupo de Opera establecido en San Francisco (EEUU). Durante ese periodo se produjo el boom Jackie Chan y desde ese momento las productoras empezaron a perseguir a Yu para que rodara su propia película. Después de mucha insistencia aceptó trabajar a las ordenes del taiwanés Joseph Kuo (Los 18 hombres de bronce 1976) en la película que nos ocupa, inicialmente llamada The Intrigue con William Loui (Karate Kiba 1976) como coprotagonista.

Del mismo modo que hizo el  6 años antes, la película empieza con Yu llegando a EEUU para visitar a sus alumnos que regentan un gimnasio endeudadísimo con la mafia. Aprovechando la llegada de su maestro, el alumno mas mayor de Yu lo engaña usándolo en peleas contra alumnos de otras escuelas y apostando dinero en ellas. Después de humillar con victorias aplastantes a una lista interminable de luchadores, el gimnasio consigue pagar todos las deudas con la mafia, pero al mismo tiempo despierta la ira de las escuelas rivales que se conjuran para derrotar al gran maestro.
Antes del ataque, Yu descubre las artimañas de su alumno y enfadadísimo decide marcharse a casa de un joven William Louie que le ofrece cama y comida gratis a cambio de que le transmita sus conocimientos de Kung Fu. Estando el maestro fuera, el gimnasio es derrotado con facilidad pero en un ultimo gesto de bondad Yu aparece con su nuevo alumno Louie y devuelven las cosas a la normalidad a base de bofetadas.

La pelí es paupérrima, intenta ser una medio comedia pero fracasa en todos los intentos (lo consigue involuntariamente en otros) y en muchos momentos el nivel es de producción turca guarra.
William Louie es un tipo valido se nota en como se mueve pero (imagino que influenciado por Fiebre del Sábado Noche) a su personaje, un autentico fanático del baile, le da por imitar los movimientos de un robot y aplicarlos en su Kung Fu, sumándole cutrez, inverosimilitud y restándole velocidad a los combates además de no tener ni puta gracia. Yu esta doblado en todos los combates que hace excepto en algún puñetazo muuuuy facilón por lo que desgraciadamente no se puede ver ni un indicio de su técnica, eso si donde no se le dobla es en una escena de discoteca donde baila junto a una gorda rubia de 200 kilos al ritmo de Popeye el marino, quedando esto muy lejos de lo que se espera a nivel de seriedad y respetabilidad  de una figura como Yu Jim Yuen, en mi opinión merecedor de un papel en clave mas cercana al Wong Fei Hung que encarnó Kwan Tak Hing.
Del resto de cosas hay poco que destacar, las escenas de entrenamiento tienen alguna acrobacia interesante de Louie y un tributo a Rocky en el que la locura se apodera del guionista y podemos ver a Yu (un doble obviamente) un viejo de 70 y tantos, corriendo a la misma velocidad que Stallone culminando la carrera en lo alto de una escalinata. Aplausos.
Los actores en general rozan el borderline, las peleas son malísimas, sin ritmo, cortadas, hay varias batallas campales totalmente desordenadas, solo se salva de la quema una que se desarrolla en el tejado de un edificio en la que se ve a Louie muy en forma contra un sorprendente David Pedernera (7ºdan de taekwondo).

En definitiva, con esta "cosa" llamada The Old Master solo se puede sentir pena y decepción,  aplicable al film lo mismo que dijo una vez Yu sobre las películas de Jackie: "En sus películas no aprovecha toda su capacidad"








martes, 6 de agosto de 2013

The Young Dragons (1974)

Bonito barato hermanos y hermanas... ¡La primera película de John Woo! Pocas o ninguna review de este film rondan por ahí en castellano. Pero no me deis las gracias, siendo John Woo lo hago con todo el gusto del mundo; bromas a parte, The Young Dragons es una película que perseguí durante mucho tiempo, concretamente hasta el verano del año pasado en el que viajé a Hong Kong y después de una búsqueda exhaustiva de varios días por todas las tiendas de Kowloon, por fin encontré mi tan deseado DVD.  Durante la búsqueda, descubrí lo tristemente desconectada que está la juventud (y los no tan jóvenes) de ese cine que caracterizó tanto tiempo aquel territorio, aunque por lo menos todavía se puede encontrar material tan interesante como este.

John "Truffaut" Woo después de trabajar a las órdenes de Chang Cheh como asistente de dirección en películas de la Shaw como Boxer from Shantung (1972), The Water Margin (1972) o The Blood Brothers (1973), tuvo a los 26 años su primera oportunidad como director con The Young Dragons, producida con los ahorros de un amigo suyo y convirtiéndose así en uno de los directores mas jóvenes de Hong Kong, ya que la industria del lugar no solía confiar en la gente joven y sin experiencia para tareas tan importantes. Debido a su contenido ultra violento, la película no superó la censura hongkonesa y fue prohibida, por lo que Woo y su amigo ,decidieron vender los derechos a la Golden Harvest de Raimond Chow para que la cortaran, remontaran y así poder ser distribuida.

La película nos sitúa al final de la guerra civil china, en una región asolada por la actividad de las tríadas en la que el prota (Yu Yeung), un vividor experto en artes marciales y líder de una pequeña banda se enfrenta a los gánsteres para sacar tajada. Al mismo tiempo, llega a la ciudad un inspector de Shanghái (Lau Kong) también virtuoso del combate para investigar lo que esta sucediendo en la zona; después de dialogar con los puños durante un rato, entre ellos nace una gran admiración mutua como maestros en Kung Fu ,lo que les hará unir fuerzas contra los malos a pesar de tener objetivos diferentes.

Con este poco brillante (aunque distinto) y mediocremente escrito guión de Woo y el celebérrimo y ultra fecundo guionista de la Shaw, Ni Kuan,  Woo inició su camino confeccionando un producto bastante normalito. La película no llega a aburrir, pero todo lo que no son las peleas es bastante anodino en general ya que mina el desarrollo de la intriga dándole (probablemente por motivos comerciales) minutos y minutos al personaje de una prostituta medio enrollada con el prota, interpretada por la famosa y sexy Hu Ching. Toda una lástima, porque el fabuloso elenco de actores en el que se incluye un cameo del propio Woo, hubiera podido dar mucho mas de sí.

Yu Yeung para mi gusto no acaba de encajar como protagonista (a pesar de que ejecuta excelentemente las funcionales coreografías diseñadas por Jackie Chan y demuestra tener una gran velocidad y capacidad física) por su físico e interpretación que parecen hechos para emular a David Chiang, lo que resulta bastante molesto.  En el eterno personaje chungo a mas no poder, malo de cojones, peligrosísimo con los puños y con esa cara de cerdo, Fung Hak On como siempre, encarna al némesis de los dos héroes, probablemente de lo mejor de la peli junto con Lau Kong, que pese a no tener mucho texto, rebosa carisma con esa faz tan característica.
En las esferas superiores de la tríada junto con Fung Hak On, tenemos al mítico Cheng Lui (The One Armed Swordsman 1967) en un papel algo chorra aunque con una buena escena de lucha y a un efectivo Chiang Nan como líder absoluto de los gánsteres.

 Donde el film cobra verdadero interés, especialmente para los fanáticos del director Cantonés, es en los aspectos definitorios de su estilo, ya muy presentes en este, como por ejemplo la marcadísima (casi inverosímil) fraternidad entre personajes masculinos que se admiran y respetan , el uso de alguna que otra cámara lenta exageradísima y en el aspecto formal, un evidente interés en encuadres mas rebuscados de lo que normalmente nos tiene acostumbrados Golden Harvest en películas de Kung Fu, situándose la cámara mas baja de lo normal... entre flores buscando la composición... la violencia estilizada...(claramente influenciado por Chang Cheh) y sobretodo el uso de travellings en las peleas para dinamizar la escena en lugar de dejar la cámara estática y ceder todo el movimiento a la coreografía de los actores.

En resumen, para los que gusten del cine de Kung Fu, una película para pasar el rato, básica por razones obvias para lo fans de Woo y eludible para los profanos.