No se muy bien la razón, pero la gran mayoría de los héroes
de acción han decidido, en algún momento de sus carreras, probar suerte en la
dirección cinematográfica. La lista es interminable: Tony Jaa, Van Damme,
Steven Seagal, Bruce Lee, Jackie Chan, John Liu, Bruce Le, etc. etc. Nuestro
sueco favorito, Dolph Lundgren, no podía ser menos. En su trayectoria como
cineasta ya lleva confeccionados varios films de acción siendo este Icarus
el último hasta la fecha.
La historia es más bien sencilla: Edward (Lundgren) es un
divorciado padre de familia que, a los ojos de la mayoría, trabaja en una
aburrida oficina en EE.UU. Pero esa es una identidad secreta, ya que, bajo el
nombre en clave de Icarus, ejerce de asesino a sueldo. Tiempo atrás trabajó
para la mafia Rusa, pero ahora, se dará cuenta de que no puede confiar en
nadie, pues aquellos que parecían sus aliados, comienzan a traicionarle.
Icarus es la primera película que veo dirigida por Lundgren, y tras esta
experiencia puedo asegurar que no será la última. La película funciona
perfectamente, pues el sueco se decanta
por un estilo de dirección sencillo, sin demasiados artificios. Va directo al
grano. Quizá erre un poco en los juegos de cámara lenta, al no estar empleados
de la mejor forma posible, aunque tampoco son deleznables, ni mucho menos. Pero
una pregunta vino a mi cabeza durante el visionado: ¿por qué Lundgren intenta
en todo momento evitar mostrarnos a las chicas desnudas con planos algo
forzados, o corta cada vez que alguien está a punto de morir, y sin embargo, no
le molesta deleitarse con un primer plano de un cadáver en descomposición y con
la barriga abierta? Curioso, curioso, aunque por ahí he leído que existe una
versión uncut … Por otro lado, muchos son los que han
criticado el uso de la voz en off como recurso narrativo. A mí personalmente no
me ha molestado en esta película en concreto, lo veo más bien como una manera fácil
de salir del paso en un tipo de producto que no necesita mayor complicación.
Y delante de las cámaras Lundgren demuestra que, pese a los
años, se halla en perfecta forma: se
tira al suelo cuando hace falta, rompe todas las gargantas necesarias, reparte
plomo sin problemas, e incluso, en una pelea memorable dentro de un gimnasio le traviesa a un villano su cráneo con una barra de hacer
pesas… el problema es que lo hace con su hija presente! Las peleas (escasas,
pero de impresión) están bien resueltas, aunque quizá se niote demasiado que el
montaje ha ayudado un poco. Aún así, funcionan, convirtiéndose Icarus
en una apetecible mezcla de tiros, hostias y malos malísimos, perfecta para consumir
una tarde dispuesto a pasar un rato.
A parte de Lundgren, en el
reparto destaca Bo Svenson (protagonista de la genial Aquel
maldito tren blindado, 1978 y hoy en día, secundario de lujo en varios
films de Tarantino) en un papel muy similar al que hizo William Hurt en Una
historia de violencia (2005). Otra razón más
para no perderse Icarus.
Puntuación: 5/10
Puntuación: 5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario