Duele bastante comprobar (y es algo que se lee mucho por los
blogs) como el paso del tiempo puede destrozar
por completo una película que de niño uno idolatraba. Campeón de campeones es
un buen ejemplo de ello. Convertida hoy en un mini-clásico por aquellos que la
disfrutamos a principios de los 90 (ya sea en la tele o alquilándola), la
historia de los cinco luchadores norteamericanos que viajaban a Corea para
disputar la final de un importante torneo de artes marciales, caló lo suyo, y
verla en compañía se convirtió en ritual. Y es que ofrecía lo que prometía, es
decir, peleas y poco más. Porque claro, ¿para qué más? El problema viene cuando
la visionamos hoy. Las peleas no son todo lo espectacular que uno (yo al menos)
recordaba, la construcción de los
personajes no me parece del todo correcta (el rol que ejerce Chris Penn llega a
poner de los nervios), la música ochentera no es tan molona como parece, el
rollo zen de la entrenadora puede cansar un poco, etc. Aún así, se trata de una
película la mar de entretenida, de construcción sencilla (el guión se divide en
cuatro partes muy diferenciadas:
presentación-reclutamiento-entrenamiento-torneo) y, gracias a la presencia de
Phillip Rhee (auténtico motor de la propuesta, pues es guionista, productor y co-protagonista)
podemos disfrutar de algunos combates estupendos, dado que Rhee es un excelente
luchador. Su némesis lo interpreta Simon Rhee (otro crack) y el combate final
entre ambos es sin duda lo mejor de la película. Y la conclusión de la trama, la
cual evidentemente no destriparé, continúa pareciéndome muy emotiva.
Phillip Rhee |
Eric Roberts ejerce de cabeza de cartel y da el pego como
experto luchador, de igual manera que John Saxon lo hizo en Operación
dragón (1973), esto es, cumpliendo sin más. Interpretando a su madre tenemos a la
oscarizada Louise Fletcher (Alguién voló sobre el nido del cuco,
1975). Los entrenadores del equipo USA son nada menos que James Earl Jones y Sally
Kirkland (ambos con nominaciones al Oscar en sus curriculums) y entre los
secundarios encontramos a Kane Hooder (Jason en la mayoría de entregas de la
saga Viernes
13) interpretando a un broncas en una escena de bar. También llama la atención la aparición sorpresa de Edward
Bunker (ya sabéis, el Señor Azul en Reservoir Dogs-1992 y conocido
escritor en la cultura underground) interpretando al padrino del hijo de Eric
Roberts. Quizá se deba a que Bunker fue uno de los guionistas de El tren del Infierno
(1985), la peli con la que Roberts logró una nominación a los Premios de la
Academia Americana.
Puntuación: 6/10
Puntuación: 6/10
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