sábado, 7 de diciembre de 2013

THE ORDER (2001)




El tándem formado por Van Damme y el cineasta Sheldon Lettich (que tan buenos resultados dio en el pasado con clásicos como Lionheart-1990) se unió una vez más a principios de la década del 2000 para crear The Order, cinta de aventuras para disfrutar en compañía familiar, con una violencia muy contenida, con tal de poder ser degustada por el mayor público posible (quizá los más niños no deban verla, pero casi).
La historia cuenta las andanzas de Cafmeyer (Jean-Claude Van Damme) un caza tesoros siempre en busca de nuevas aventuras, que viajará hasta Israel debido a un conflicto generado a partir de unos manuscritos extraviados propiedad de una peligrosa secta. Se trata quizá de la película más alegre de Van Damme, pues aquí, el astro belga se pasa toda la trama de cachondeo, haciendo coñas sin parar (incluyendo un chiste sobre pedos), intentando ligar con cualquier fémina que pase por delante, disfrazándose de rabino para esquivar a los malos en un momento determinado, e incluso, en una secuencia  (casi) metalingüística, saludando a los extras que asisten a una discoteca. Teniendo en cuenta que además Van Damme es quien firma el guión del filme, no ha de extrañarnos que se sienta muy cómodo y relajado con su papel, respirando buen rollo por cada uno de sus poros, y contagiando de esa felicidad al espectador, cosa que al menos yo agradezco. Y como la mayoría de las películas protagonizadas por “El Músculos de Bruselas”, tenemos una buena ración de patadas que ya son marca de la casa. Destacar por encima de todo una excelente persecución por las calles y mercadillos de Israel, todo un festival de acrobacias y golpes muy de agradecer.  Espero que quede claro que los no seguidores de Van Damme deberán abstenerse del visionado, pues al contrario que otros títulos como Al límite del riesgo (1996) o JCVD (2008), éste The Order fue concebido ÚNICAMENTE para seguidores del actor. O al menos así lo veo yo. 
Papel secundario para la leyenda del celuloide Charlton Heston (encarnando a un arqueólogo encargado de darle algunas pistas a nuestro protagonista), aparición sorpresa de Abdel Quissi (recordado por ser el villano de Lionherat) y música a cargo del maestro Pino Donaggio, quien crea un delicioso ambiente de cine familiar estupendo para la ocasión. Y al final de la película disfrutaremos de un aluvión de divertidísimas tomas falsas del rodaje, todo un aliciente para los que nos interesa lo que ocurre detrás de la cámara. 

Puntuación: 5/10

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