En este caso las apariencias no engañaban, pues no solo el dibujo plagado de efectos tridimensionales horrorosos y el color a lo "paint" apestan, si no que la propuesta argumental haría sonrojar hasta a un niño de 4 años poco exigente. El planteamiento es irrisorio incluso comparado con los peores momentos de Dragon Ball, un malo (el mas fuerte hasta el momento por supuesto) con aspecto de Anubis (la culminación de lo original) despierta de golpe, Kaio lo detecta y, ¡Oh emoción! Goku se dispone a luchar contra él. Fin.
Y la película no tiene más, combates que intentan ser innovadores usando cierta tridimensionalidad en los movimientos de cámara, que no solo escasean, si no que son anodinos, ya que en este caso el proceso típico de primer enfrentamiento con el villano seguido de derrota, posterior entrenamiento y victoria final, se reduce a una mera "iluminación" que tiene Goku (por así decirlo, no spoilearé) y accede al poder máximo como sacado de la chistera. Así cualquiera.
Entiendo que se apueste por una película para todos los públicos, pero esta es en realidad una película prohibida al publico adulto.
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