Ayer vi por primera vez la película Rio Seco (2006), cortometraje
que gira alrededor de la figura de Aldo Sambrell, que fue dirigido por José Manuel
Serrano Cueto y que, por cierto, me encantó. Aunque por lo que he podido leer,
al director no le gustó tanto el resultado final, pues al parecer la productora
agarró el material grabado y realizó un montaje diferente al planeado
inicialmente. Leyenda o no, lo que no hay duda es que Rio Seco es cojonuda (quizá
otra versión seria aún mejor), su guión es demoledor y Sambrell está
espectacular. Tanto me impresionó, que me dio por revisar en mi videoteca otras
películas en las que apareciese el actor madrileño y en el apartado de
pendientes encontré el vhs de Hombres de acero, co-producción entre
USA y España, la cual por fin anoche me decidí ver. Y también me encantó. A otro
nivel de Rio Seco, por supuesto, pero me encantó.
Nick (Dolph Lundgren) capitanea a un grupo de mercenarios a
los que les encargan acudir a una zona tailandesa en busca de un producto perseguido
por unos multimillonarios. Allí descubrirán que los nativos no permitirán que
se lleven sus pertenencias como si tal cosa. Además, entra en la trama Keefer (Drew
Goddard, experto en direct to videos),
un antiguo compañero de Lundgren, hoy convertido en villano de excepción, que
junto a sus secuaces (con Aldo Sambrell a la cabeza) iniciará una cruzada
paralela en busca de tan preciados objetos. Con Lundgren y Sambrell como los
rostros más conocidos del reparto (éste último, en su eterno papel de
lugarteniente malvado, estupendo como siempre), en el grupo de mercenarios
destaca Tommy “Tiny” Lister, ex luchador de la WWF y visto como secundario en
infinidad de films (era por ejemplo uno de los armarios de Soldado Universal-1992).
Lo primero que llama
la atención de la película (aparte de estar co-producida con Spain, lo cual, ya
es un dato bastante freak), es que se trata de una ramboxploitation en toda regla concebida en un momento en que el
sub-género estaba totalmente caducado. Si se hubiera hecho en 1988, igual que la excelente Comando
mercenarios, a nadie le hubiese extrañado, pero, ¿en 1994? ¿A quién se
le ocurrió? De todas formas, lo agradezco, Hombres de acero es una brutal action-movie con una acción bélica
trepidante, algunos combates cojonudos y momentos que son directamente gore, como cuando aquel nativo se niega a
firmar unos documentos, cercenándose su propia mano con un machete y gritando “aquí está mi mano, firma tú si quieres”.
Memorable. También hay algunas cabezas cortadas, conectando así con aquella moda italiana de films protagonizados por
caníbales, que propulsaron Ruggero Deodato y Umberto Lenzi entre otros.
Como digo, muy chula y entretenido, según he podido
comprobar en alguinos foros, se trata de uno de los títulos favoritos de los
fans de Lundgren…y no me extraña en absoluto. Y en realidad, más que como peli de “artes
marciales”, a Hombres de acero deberíamos
catalogarla “de porrazos”, pues aquí los intérpretes se dan de hostias hasta en
carnet, pero al estilo “gladiador en celo”, esto es, a saco. Aún así, contiene
una pelea en toda regla casi al principio (cuando Lundgren comienza a reclutar
a sus chicos) en la que vemos que uno de los mercenarios es un experto
luchador, en una escena que mezcla sin problemas conceptos de Rambo
III (1988) y Operación Dragón (1973): el jefe va a reclutar al muchacho, y éste se encuentra en un ring combatiendo
contra uno que le está dando la paliza del siglo, aunque en realidad, está
perdiendo aposta, para incrementar las apuestas y vencer de un plumazo en el
tramo final. ¿Les suena?
Puntuación: 5/10
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