lunes, 14 de julio de 2014

LA JUSTICIA DEL NINJA (Enter the ninja, 1981)


Que La justicia del ninja sea un indiscutible clásico de la factoría Cannon (dirigido además por su exponente Menahem Golan) es un hecho que no le podemos negar a nadie. Creó cierta escuela, incluso. Pero aunque sea “de culto” reconozcamos que, visto hoy, es un film bastante flojo. Y es que, aunque Franco Nero sea un excelente actor (lo es, sin duda), de artes marciales no tenia ni la más remota idea cuando protagonizó esta película...basta ver la secuencia de entrenamiento con los nunchakus... Quien sí sabia, o al menos lo aparentaba mucho mejor frente a la cámara era Sho Kosugi, villano de la función que arrancó aquí su carrera en el cine de ninjas interviniendo en decenas de propuestas posteriores, algunas de ellas vendidas como pseudo-secuelas de éste film en cuestión.

Con coreografías un tanto pobres (aún siendo realizadas por un entendido como Mike Stone), la película narra la historia de Cole (Nero), que tras una especie de cursillo acelerado se convierte en un ninja blanco ante las ojos negativos de algunos de su compañeros, quienes no ven bien que en el ninjutsu un italiano reciba el mismo trato que un oriental. Días después, Cole visita a unos amigos que residen un Filipinas, dueños de una granja y asediados por los gangsters de la zona. Cole ayudará a sus compañeros, pero el mafioso-jefe (interpretado por Christopher George, visto en films de Fulci y JP Simón) contrata los servicios de Hasegawa (Kosugi), un ninja compañero de promoción de Cole.

Entendámonos, La justicia del ninja (Enter the ninja en V.O.) hay que verla, es imprescindible para comprender ese tipo de cine que vino después. No es que aburra ni produzca vergüenza ajena, sencillamente es algo pobre en general y el trabajo de los stunts canta demasiado. Y no criticaré el guión porque en este tipo de propuestas es lo de menos. Lo dicho, un clásico a su modo.

Puntuación: 6/10

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