Uno más de los ¿bio-pics? de Bruce
Lee (con Bruce Li de protagonista) que indaga en determinados
momentos de la vida personal del protagonista de Operación
Dragón (1973). Pero a diferencia de otras propuestas de
similar catadura (algunas ya posteadas en este blog), en esta La
verdadera historia de Bruce Lee los
responsables se centran en los seres queridos que dejó Bruce en Asia
cuando emigró a EEUU, concretamente a su mejor amigo y a su antigua
novia. Y aunque la película sea pobre en realización (unos zooms de
infarto, una edición primaria, etc) al menos me resulta interesante
que se intente dar una visión diferente de los hechos (desconozco si
aquellas personas que relata el film existieron o no) y que no
siempre se le de vueltas a los mismos temas (su rechazo al principio,
su éxito como posterior actor en HK, etc.). En esta película en
ningún momento se mencionan los nombres de las películas o series
en las que intervino Lee, únicamente se da a entender que era actor
y que avabo triunfando en el medio. La trama se detiene más en otros
pasajes, por ejemplo en las clases de combate que daba en America
para ganarse sus primeros salarios en el continente. Y me
llama la atención la secuencia en la que Bruce invita a Linda a
salir por primera vez (en medio de una de las clases), pues está
planteada de un modo casi idéntico a como lo veíamos en la
hollywoodiense Dragón: la vida de Bruce Lee
(1993), lo que me hace pensar que Rob Cohen (director de aquella),
aparte de releerse los libros que escribieron Linda Lee y Robert
Clouse, se visionó una cantidad importante de bruceploitations
antes de realizar su propio film.
El
guión está estructurado para que cada quince minutos más o menos
El Tigre (apodo de Li) se enfrente a unos contrincantes y pueda lucir
sus habilidades marciales, además de dedicar un espacio importante a
las relaciones personales de los protagonistas, convirtiéndose todo
en un film que mezcla drama y acción a partes iguales, dejando los
historia real en un segundo plano, fantaseando más bien sobre como
podría haber sido la historia. Eso sí, por enésima vez el film
finaliza con los planos del auténtico funeral de Bruce Lee.
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