Empezando con una ruta por los paisajes mas impresionantes de China, una simpática voz en mandarín nos introduce escuetamente (quizá demasiado) a los inicios históricos de las artes marciales y a la localización geográfica de las fuentes de origen de cada escuela y sus derivados, como por ejemplo los montes Wudang de la provincia de Hubei para los llamados estilos "internos" provenientes de la filosofía Taoísta de Lao Tsé, o el monte Song situado en la provincia de Henan en el que encuentra el archiconocido monasterio de Shaolin, cuna de los estilos vinculados al Budismo Chán (Zen) del monje Bodhidharma. Una vez entrados en materia, se da un repaso a los estilos mas relevantes (con la gran ausencia del Wing Chun) mediante exhibiciones que quitan el hipo de practicantes chinos en las que, acompañadas de los comentarios jocosos de la voz en off, los vemos usar todo tipo de armas y ejecutar algunas formas de kung fu realmente desconocidas como por ejemplo el Pato o el Perro (no es coña). La gran sorpresa del documental es la efímera aparición de Jet Li en unas grabaciones en las que se le ve con apenas 8 años de edad realizando unos ejercicios de espada espectaculares, efímera porque lejos de explotar su imagen, la porción correspondiente a su exhibición no supera en exceso a la del resto de practicantes, de hecho, quizá su aportación sea la menos espectacular de toda la cinta , ya que un desfile de maestros de tal calibre empequeñece a cualquiera .
En resumen, hora y media de autentico Kung Fu para no iniciados.
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