martes, 1 de noviembre de 2016

TAI-CHI MASTER (Tai ji: Zhang San Feng, 1993)


Cuentan las oscuras leyendas de Hong Kong que a principios de los 90 a Jet Li comenzaron a ofrecerle papeles en thrillers de acción ambientados en el mundo de las mafias asiáticas, pero que el actor los rechazó al ver como el que era su agente había fallecido en un tiroteo... Sea como sea, se sabe que Tai-Chi Master fue una de las cintas que el actor sí filmó en esa etapa y que continuaba la estela de logros previos que el intérprete había experimentado con éxitos como la saga Érase una vez en China. En esta Tai-Chi Master Li se ponía a las órdenes del mítico Yuen Woo-Ping para narrarnos otra fábula, otra leyenda, en este caso, la supuesta historia del inventor del Tai Chi. Al margen de lo que pueda ofrecer de cierto el guion o no, no cabe duda de que nos encontramos ante uno de los mejores filmes de artes marciales de principios de los 90. Con un destacado cast completado por unos magníficos Siu-Hou Chin y Michelle Yeoh (aquí aún acreditada como Michelle Khan), el metraje arranca con imágenes del maestro Junbao (Li, por supuesto) entrenando por el día junto a sus alumnos; a continuación seremos testigos de un largo flashback que nos explicará los orígenes del mentor desde su infancia siendo criado en un templo Shaolin junto a su mejor amigo, Chin- Bao. Al crecer, los caminos de los protagonistas se distanciaran, convirtiéndose a su pesar en letales enemigos. Paralelamente, Junbao comenzará a perfeccionar un nuevo estilo de lucha nunca antes visto...

Coreografías espectaculares, ritmo perfecto y una dirección de escándalo son las virtudes que Yuen Woo-Ping y su equipo ofrecieron en este imprescindible clásico de visión obligada para los aficionados al género. Casi una obra maestra.

Puntuación: 7/10

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