jueves, 6 de abril de 2017

CONTACTO SANGRIENTO II: LA MANO DE HIERRO (Bloodsport II: The Next Kumite, 1996)


Por todos es sabido que “Contacto sangriento-Bloodsport” (1988) fue uno de los títulos más importantes del género de las artes marciales de la década de los ochenta. Colocó en el mapa a su protagonista, Van Damme, y desató un interés por los torneos de lucha que generó la realización de múltiples copias que trataron de saciar a los fans, algunas con mayor fortuna que otras. Pero tuvieron que pasar casi diez años para que llegara la secuela oficial del filme, “Bloodsport 2”, una película hoy bastante olvidada que no obstante presenta algunas virtudes interesantes.

La sinopsis podría resumirse del siguiente modo: Alex Cardo es un ladrón experto en antigüedades y habilidoso luchador que tras el robo truncado de una espada milenaria propiedad del Sr. Leung acaba encarcelado en una prisión asiática. Allí conocerá al Maestro Sun, un anciano sabio que le inculcará la disciplina necesaria para convertirse en el mejor de los guerreros, mostrándole nuevos movimientos como la conocida Mano de Hierro. Sun también le contará a Alex la existencia del Kumite, el legendario y clandestino torneo de artes marciales; en honor a su maestro, el joven protagonista se inscribirá en él tras cumplir su condena con el propósito de proclamarse campeón.

Aunque en un principio la idea de los productores era realizar una continuación directa de la cinta original contando nuevamente con Van Damme en el rol principal, se tuvo que optar por un nuevo plan ante la imposibilidad de tener al belga en el elenco por diferentes motivos (escaso presupuesto, existencia de otros compromisos por parte del actor, etc.). De este modo, se creó un nuevo personaje, Cardo, que llevó el rostro del debutante Daniel Berhardt, modelo y luchador de origen suizo en cierto modo similar físicamente a Van Damme y que por aquel entonces quería introducirse en la industria cinematográfica. La tarea de Bernhardt no fue fácil pero logró su cometido realizando una interpretación diferente que se alejaba por completo del personaje modelo y demostrando su buen hacer en el terreno de los combates. Por lo demás, se trató de darle continuidad a la historia original manteniendo la localización del Kumite y contando con el actor Donald Gibb para que una vez más interpretase a Jackson, aquel entrañable peleador con aspecto de motero. Se repiten otros conceptos, claro -el alumno que quiere honrar a su mentor, el villano de origen asiático...-, construyendo así un largometraje que se balancea entre la secuela y el remake que si bien es cierto que en ningún momento logra acercarse a su referencia en lo que a calidad se refiere (las coreografías son menos espectaculares, los personajes apenas poseen fondo) sería injusto condenarlo al ostracismo fílmico pues en conjunto se trata de un trabajo atractivo que no llega a insultar al primer “Bloodsport” al jugar claramente en una liga diferente, inferior por supuesto, que sin embargo consigue contentar a aquellos que deseen descubrir nuevas aventuras entorno al ya mítico Kumite. Y como decimos, Bernhardt mantiene el tipo y logra conducir el proyecto por buen camino.

“Bloodsport 2” supuso la opera prima de su director, Alan Mehrez, que contó para el cast con secundarios de lujo como James Hong -en el papel del Maestro San- o el imprescindible Pat Morita, aquí en una colaboración especial dando vida al multimillonario al que Cardo planea robar al inicio de la historia.

Puntuación: 6/10

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