viernes, 7 de julio de 2017

LOS DEMOLEDORES (Three the Hard Way, 1974)


El movimiento blaxploitation dejó para la posteridad piezas de todo tipo, y hablar por igual de las diferentes propuestas que engloban la corriente es un error, por desgracia, demasiado común en diferentes estudios. Dicho de otro modo, a la hora de buscar cierta información sobre el tema es bastante habitual encontrarse con afirmaciones del tipo “vista una, vistas todas”, cuando cualquiera que pretenda dedicarle un mínimo de tiempo e interés puede comprobar como existe un abismo de calidad -en todos los sentidos- entre cintas como “Blackenstein” (1973) o “Foxy Brown” (1974), por citar dos ejemplos al azar. De este modo, y como ya hemos hablado con anterioridad en este mismo blog, el blaxloitation generó todo tipo de películas a lo largo de los años setenta, barajando distintos géneros con tal de ofrecer una variedad interesante de cara al espectador, en un mismo tiempo podías encontrar en la cartelera comedias disparatadas, westerns salvajes o dramas urbanos. Por supuesto las artes marciales hicieron acto de presencia, no podían faltar, más aún si tenemos en cuenta que nos referimos a una década en la que el género vivía uno de sus mejores momentos (el éxito de Bruce Lee, los inicios de Jackie Chan, la serie “Kung Fu”...). Y fue Jim Kelly, sin duda, la estrella más importante en este sentido, pues tras revelarse en “Operación dragón” (1973), comenzó a participar en multitud de largometrajes de acción combinando roles protagónicos con secundarios de lujo que otorgaban cierta nota marcial a la función. Es en este segundo grupo donde debemos enmarcar “Los demoledores”, película concebida para en ella reunir a un trío de astros del blaxploitation, a saber, Jim Brown, Fred Williamson y, claro, Kelly. Adscrita dentro de la categoría del cine de mad doctors, el villano de la historia es un demente que pretende introducir en la ciudad un liquida letal para las personas de raza negra pero inofensivo para los blancos. Cuando un muchacho afroamericano los descubre sufre las consecuencias, no sin antes advertir a su buen amigo Jimmy, un auténtico tipo duro que con la ayuda de sus colegas Jaggers y Keyes (Williamson y Kelly, respectivamente) tramará un plan para impedir los diabólicos planes de su enemigo.

Acción, sexo, persecuciones, pirotecnia, música R&B y un claro ataque hacía el racismo estadounidense son los principales elementos que concilian en los noventa minutos de metraje que conforman la cinta, un clásico de la época recordada sobre todo ya que permitió juntar en un mismo plano a tres de los actores más queridos de la tendencia en una aventura ágil, divertida y de fácil digestión. Por su parte, aunque Kelly no hace acto de presencia hasta bien entrada historia, nos regala algunos de los mejores momentos de su filmografía, como ese combate contra unos policías en medio de un aparcamiento. Conectando con el inicio del texto, podemos situar a “Los demoledores” en un termino medio, pues ni es una excelente propuesta de obligada visión ni un filme abyecto que deba olvidarse con rapidez. Dirige, por cierto, el fallecido Gordon Parks Jr., hijo del afamado cineasta responsable de los imprescindibles primeros títulos de la saga “Shaft”.

Puntuación: 6/10

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