Protagonizada por George Eads (conocido por su papel en la serie C.S.I), trata sobre un pobre diablo, divorciado y padre de una cría, que se gana la vida jugando a las cartas en los casinos de Las Vegas. Un buen día recibe la típica apuesta de un mafioso relacionada con tener sexo con su mujer. A partir de ahí, una espiral de chantajes, engaños y asesinatos, pero muy en clave de serie B, en una película en la que destacan, por encima de todo, los actores secundarios, todos ellos geniales en sus interpretaciones: Stephen Lang, Ted Levine, el propio Steven Seagal, Tia Carrere en una breve aparición y la presencia del siempre genial Vinnie Jones en el papel de lugarteniente de Seagal (ambos han trabajado juntos en otros filmes, como Submerged por ejemplo). Entretenida, aunque con un montaje algo obtuso y una trama demasiado simple, puede disfrutarse sin complejos pero no logra perdurar en el recuerdo. Puntuación:





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