A menudo, para referirse al
bruceploitation, se tiende a generalizar definiendo por igual
a todas las películas que conforman dicha corriente. Algo injusto,
desde mi punto de vista, pues no todas aquellas cintas eran de la
misma calidad: unas fueron más divertidas que otras, o poseían un
mejor acabado técnico. También dependía del clon de Bruce Lee que
protagonizase la cinta, o de la historia que se pretendiese contar
(algunas no eran más que simples excusas para justificar una pequeña
anécdota, pero también las hubo con guiones trepidantes que
lograban captar la atención del espectador). Sea como sea, lo cierto
es que la cinta que aquí reseñamos, Super Gang, es un
engendro fílmico rodado por Siu Ju Wong (bajo el pseudónimo de
Yellow John), carente de ritmo e interés, más allá del mero afán
de completismo por parte del aficionado más fiel.
Protagonizada por el afamado taiwanés
Bruce Le (dicho sea de paso, su nombre original es Kin Lung Huang),
la cinta arranca con Alan (Le) regresando a Hong Kong tras un viaje
por Europa encontrándose con que uno de sus mejores amigos, apodado
Gran Hermano, ha sido asesinado por una banda rival. A partir de
aquí, un guion ininteligible con personajes que entran y salen de la
acción debido a un montaje amorfo de 70 minutos confeccionado para
su proyección internacional. Tal vez la versión original sea más
entendible, pero la que a nosotros nos llegó es sencillamente
horrenda.
Con todo, el “gang” del título es
un colectivo de mafiosos que trafica con joyas, inmigrantes y
prostitutas, lo que dará lugar a rocambolescas escenas de sexo,
pólvora y masacre, intercaladas todas ellas de manera inconexa;
junto a persecuciones en moto o secuencias de sexo gratuito, hay
varios combates de artes marciales, por supuesto, pero aunque sin
duda estos sean la mejor baza del filme, por desgracia no logran que
la cinta eleve su calidad en ningún momento. En este sentido,
podemos destacar la presencia en el reparto del siempre bienvenido
Bolo Yeung, pero ni tan sólo su mítica figura es capaz de mejorar
la situación.
En cuanto a la corriente
bruceploitation, Super Gang no sólo se apoya en la
figura de Bruce Le -artista marcial con varios títulos interesantes
en su filmografía, tanto en su faceta de clon del Pequeño Dragón
como en su etapa anterior con la Shaw Bros- pues también recoge
ideas de la opera prima de Lee como director, la mucho más
memorable El furor del dragón (1972): de entrada, podemos ver
a Le vistiendo la mítica camiseta blanca de tirantes en varios
momentos del metraje, pero quizá más destacable sea el pasaje en el
que uno de los jefes mafiosos trae a Hong Kong a un experto luchador
extranjero para enfrentarlo a los miembros del clan rival, concepto
calcado de la película de Lee, en la que el gangster principal hacía
llamar a Chuck Norris para que retara al protagonista.
Puntuación:





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